La cavitación actúa sobre los depósitos grasos localizados, actuando sobre ellos y liberándolos de grasa. Esta se elimina después a través del sistema linfatico y la orina.
Un manípulo inteligente genera microburbujas de vacío de forma controlada; estas producen la llamada cavitación, que son ondas ultrasónicas moduladas en múltiples frecuencias. Dichas microburbujas tienen un efecto de succión en el tejido conjuntivo, que es donde se encuentran las grasas, destruyendo la célula adiposa desde el interior. Se realiza una sesión de 20 minutos en una zona localizada y a continuación se aplican técnicas de drenaje o masaje, e incluso se puede combinar con presoterapia.
Para facilitar la elimininación de las células de grasa.
Las sesiones se hacen una vez cada 72 horas.
Antes y después de cada sesión se recomienda hacer una dieta mediterránea y beber abundante agua. Y hacer ejercicio aeróbico entre sesión y sesión.